Sobre Sostenibilidad y Felicidad… La Verdad Política versus la Verdad Social


A las 2 p. m., se inicia hoy el II Foro sobre Sostenibilidad y Felicidad, en el cual participarán expertos en temas como energía limpia, medio ambiente y desarrollo humano. Destacan Lhaba Tshering, secretario del Centro de Estudios de Bután, país que patrocina la medición del índice de felicidad, y Marina Silva, activista que trabajó como ministra de Medio Ambiente de Brasil en el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.

La señora Silva nos presenta la verdad política detrás de la sostenibilidad (solo que ella no la llama así); o sea, la verdad que los políticos presentan a su pueblo como falacia de desarrollo sostenible; con el fin de ocultar sus verdaderas intenciones. A continuación, en negrita la verdad política

En los últimos 20 años, logramos un gran avance de la legislación ambiental brasileña, y fue gracias a esos avances que conseguimos, a partir del 2004, ir deteniendo la deforestación de la Amazonía en más del 80%.

”Entonces, comenzó a haber una presión de sectores más atrasados, muy fuerte, para cambiar la ley, y eso fue aprobado por los diputados. Es una ley muy mala para la protección de los bosques y ahora es responsabilidad de Dilma vetarla o no.

”En la segunda vuelta de las elecciones, en el 2010, ella asumió un compromiso público y se comprometió a que vetaría cualquier proyecto que implique disminución de bosques. Ahora tenemos una ley que, entre otras cosas, también hace eso.

Veamos ahora cual es la verdad desde el punto de vista social y humanista; verdad que los políticos(as) neoliberales insisten en desconocer, aunque la tengan frente a sus narices y el Pueblo se las reclame todos los días

”Mi posición es que ella debe vetar íntegramente la ley porque es muy negativa, y debe encaminar un proyecto que trate de dar un uso más sostenible a los bosques, que propicie su protección y que dé instrumentos para aumentar la producción agrícola para hacerla más intensiva y que no se expanda la frontera agrícola”.

”Desde el punto de vista de los líderes políticos, empezando por Brasil, el empeño es bajo. Pero la sociedad civil no debe bajar las expectativas en cuanto a ese evento. Entonces, se debe seguir exigiendo lo que sea necesario y pidiendo que todos los países asuman sus responsabilidades.

”El país anfitrión no ha liderado como debería el proceso, y eso baja las expectativas en términos de resultados prácticos”.

¿Cómo resume el mensaje que viene a dar a Costa Rica?

El cambio de modelo de desarrollo, de una forma predatoria e insostenible hacia un modelo sustentable, depende de nuestro cambio en la forma de cómo nos relacionamos unos con los otros y con otras formas de existencia en la naturaleza.

”El desarrollo sostenible es un cambio en cómo hacemos las cosas, no es solo una estrategia para mejorar la producción, es una visión de nuestra vida, presente y futura”.

Hagamos ahora un análisis similar entorno a lo que los políticos creen que es la felicidad y lo que verdaderamente es. Pero antes quisiera meter la cuchara un poco diciendo que para los políticos, sobre todo para los neoliberales (como los de Costa Rica y Brasil), la felicidad es lo que los hace feliz a ellos(as) y eso No tiene nada que ver con lo que haga feliz a los demás. De lo anterior se desprende que lo que No Es la Felicidad para la gran mayoría

”No es un medio para obtener el desarrollo o una mejor productividad. La felicidad no es un medio, es un fin. Yo no creo que haya una persona que no quiera ser feliz”.

Si lo sea para los políticos neoliberales; porque esa es la mayor meta a la que pueden aspirar. Eso me lleva a dos cosas; primero a la definición de felicidad  

La felicidad es la mayor meta a la que puede aspirar una persona, un pueblo o un país completo.

Segundo a que para un político, sobretodo para un político neoliberal, primero yo, segundo yo y tercero también; luego mis familiares; mis socios políticos, mis socios empresariales, mis amigos, mis contactos (en ese orden) y hasta ahí; porque para ellos el Pueblo No Existe, las demás “personas” tan sólo son empleados que laboran y trabajan en su país; porque también consideran que el país les pertenece y de ahí que lo que diga el resto les importa un bledo. Esa es la razón por la que

El índice Happy Planet puso a Costa Rica como el país más feliz del orbe, pero no todos los ticos se dicen felices.

¿Qué opina?

”Para comenzar a medir la felicidad de un pueblo, primero debe hacerse una definición de qué es lo que hace que un pueblo sea feliz.

”En el caso de Costa Rica, lo ideal es que el Gobierno y la población definan qué los hace felices y con base en eso evalúen la felicidad de los costarricenses. Esto debe hacerse a lo interno de cada país, porque las opiniones entre un país y otro pueden variar mucho.”

”Si el Gobierno sabe qué hace menos feliz al pueblo, será más fácil crear políticas públicas.”

Gran problema porque lo que hace menos feliz al Pueblo es el propio Gobierno y lo que los haría verdaderamente felices es que el Gobierno Neoliberal combatiera la corrupción y la impunidad que nace, aflora y hecha raíces en terreno propio. ¿Pero que hace el Gobierno Neoliberal? Todo lo contrario, protegerlos y extenderles una red de cuido.

Hoy y mañana Costa Rica habla sobre sostenibilidad y felicidad

A las 2 p. m., se inicia hoy el II Foro sobre Sostenibilidad y Felicidad, en el cual participarán expertos en temas como energía limpia, medio ambiente y desarrollo humano.

Destacan Lhaba Tshering, secretario del Centro de Estudios de Bután, país que patrocina la medición del índice de felicidad, y Marina Silva, activista que trabajó como ministra de Medio Ambiente de Brasil en el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.

NOTAS RELACIONADAS

‘Si queremos felicidad, debemos definir qué nos hace felices’

El Gobierno de Bután decidió apostar por la felicidad de sus habitantes. El motivo: las personas felices mejoran el país.

IMAGENES/FOTOS

NOTAS RELACIONADAS

Hoy y mañana Costa Rica habla sobre sostenibilidad y felicidad“El desarrollo sostenible no es solo mejorar producción”

Allá se mide la felicidad con base en cuatro pilares: desarrollo socioeconómico sostenible, un buen Gobierno, preservación y promoción de la cultura y el cuido del medio ambiente.

También hay nueve dimensiones: bienestar psicológico, uso del tiempo, salud, educación, estándar de vida, cultura, ambiente, acción comunal y gobierno local.

Lhaba Tshering, uno de los promotores de esta idea, conversó con La Nación.

¿Qué es la felicidad?

La felicidad es la mayor meta a la que puede aspirar una persona, un pueblo o un país completo.

”No es un medio para obtener el desarrollo o una mejor productividad. La felicidad no es un medio, es un fin. Yo no creo que haya una persona que no quiera ser feliz”.

El concepto de felicidad varía entre una cultura y otra, y entre una persona y otra. ¿Cómo medirla?

Definitivamente, es un concepto abstracto y hasta subjetivo. Cuando comenzamos a estudiar el tema había una corriente de pensamiento que decía que la felicidad no podía medirse, que era un concepto personal y hasta utópico.

”Pero no todos pensamos así; nuestra línea de pensamiento más bien dice que si realmente queremos llegar a ser felices, necesitamos conocer qué nos hace felices y medir nuestra felicidad.

”Entonces, definimos qué es lo que los ciudadanos de Bután sienten que los hace felices. Así nacieron los cuatro pilares, las nueve dimensiones y, además, hay 33 indicadores y 132 variables. Cada tres o cuatro años hacemos una encuesta nacional para saber cómo se siente la gente de acuerdo con estos parámetros, y así medir la felicidad”.

El índice Happy Planet puso a Costa Rica como el país más feliz del orbe, pero no todos los ticos se dicen felices. ¿Qué opina?

Conozco muy poco de Costa Rica como para dar un criterio definitivo, pero creo que esto se debe a que el Happy Planet Index se basa en parámetros internacionales y esto no necesariamente refleja lo que los costarricenses sienten como vital para alcanzar la felicidad.

”Para comenzar a medir la felicidad de un pueblo, primero debe hacerse una definición de qué es lo que hace que un pueblo sea feliz.

”En el caso de Costa Rica, lo ideal es que el Gobierno y la población definan qué los hace felices y con base en eso evalúen la felicidad de los costarricenses. Esto debe hacerse a lo interno de cada país, porque las opiniones entre un país y otro pueden variar mucho.”

¿Cómo ayuda la medición de la felicidad de las personas?

Por ejemplo, en la última encuesta que se hizo en Bután en 2011, los habitantes dijeron que no estaban satisfechos con el nivel de educación; esto dio pie para que el Gobierno hiciera cambios y mejoras.

”Si el Gobierno sabe qué hace menos feliz al pueblo, será más fácil crear políticas públicas.”

“El desarrollo sostenible no es solo mejorar producción”

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, está por definir próximamente si veta, o no, un cambio en el Código Forestal, aprobado en el Congreso, pero que ya ha recibido muchas críticas de los ambientalistas, pues dicen que afectará la selva amazónica. ¿Qué cree usted que se debería hacer?

IMAGENES/FOTOS

En los últimos 20 años, logramos un gran avance de la legislación ambiental brasileña, y fue gracias a esos avances que conseguimos, a partir del 2004, ir deteniendo la deforestación de la Amazonía en más del 80%.

”Entonces, comenzó a haber una presión de sectores más atrasados, muy fuerte, para cambiar la ley, y eso fue aprobado por los diputados. Es una ley muy mala para la protección de los bosques y ahora es responsabilidad de Dilma vetarla o no.

”En la segunda vuelta de las elecciones, en el 2010, ella asumió un compromiso público y se comprometió a que vetaría cualquier proyecto que implique disminución de bosques. Ahora tenemos una ley que, entre otras cosas, también hace eso.

”Mi posición es que ella debe vetar íntegramente la ley porque es muy negativa, y debe encaminar un proyecto que trate de dar un uso más sostenible a los bosques, que propicie su protección y que dé instrumentos para aumentar la producción agrícola para hacerla más intensiva y que no se expanda la frontera agrícola”.

La reunión Río+20 está a unas semanas de empezar y se duda de que se llegue a un acuerdo válido, con fuerza. ¿Cuál debería ser el fruto de Río+20?

Tenemos que hacer una diferencia entre lo que deseamos, y es necesario para salvar el planeta de sus graves problemas, y lo que los líderes políticos están priorizando como salidas para resolver estos problemas.

”Desde el punto de vista de los líderes políticos, empezando por Brasil, el empeño es bajo. Pero la sociedad civil no debe bajar las expectativas en cuanto a ese evento. Entonces, se debe seguir exigiendo lo que sea necesario y pidiendo que todos los países asuman sus responsabilidades.

”El país anfitrión no ha liderado como debería el proceso, y eso baja las expectativas en términos de resultados prácticos”.

¿Cómo resume el mensaje que viene a dar a Costa Rica?

El cambio de modelo de desarrollo, de una forma predatoria e insostenible hacia un modelo sustentable, depende de nuestro cambio en la forma de cómo nos relacionamos unos con los otros y con otras formas de existencia en la naturaleza.

”El desarrollo sostenible es un cambio en cómo hacemos las cosas, no es solo una estrategia para mejorar la producción, es una visión de nuestra vida, presente y futura”.